Historia y misterio de una colección: MAC

Historia y misterio de una colección: MAC

· enero 2023 ·

 

Historia y misterio de una colección: MAC», es una exposición que plantea obras maestras del Museo de Arte Contemporáneo de Madrid y refleja nuestra memoria más consagrada en diálogo con expresiones de plena vigencia. En el discurso conviven piezas arraigadas en lo clásico y otras recién incorporadas a la colección permanente que responden a pura emergencia.

Una parte de las piezas recorren Madrid como paisaje, resonando en sus orígenes y en su evolución hasta convertirse en la metrópoli que es hoy, punto de irradiación de multiplicidad de dimensiones en torno a la creación. La Escuela de Vallecas, los realistas de Madrid, el Pop de la Movida y la Feria ARCO atraviesan plásticamente la ciudad.

Otras obras respiran en el gesto y en la geometría de los movimientos pertenecientes a nuestra abstracción más identitaria, entre ellos El Paso, el expresionismo heredero de la Escuela de Nueva York, el Equipo 57 o el que surge en el Centro de Cálculo de la UCM.

El enigma y la Historia se entrelazan.

Comisariada por el Museo, la muestra ensambla todo tipo de materiales: pintura, escultura, dibujo, fotografía y audiovisual.” 

 

 

Con este texto se da la bienvenida a la primera exposición del nuevo Espacio Cultural del Ayuntamiento de Madrid: Serrería Belga. Ubicado en el Triángulo del Arte

Para mí, es un honor formar parte de la muestra compartiendo espacio con artistas que admiro por su obra y trayectoria, que han sido referentes en mi educación y desarrollo artístico.

Mi agradecimiento al Museo de Arte Contemporáneo de Madrid, por contar con mi escultura «Regreso a Kapoor» para esta muestra tan representativa de mi ciudad.

 

VIDEO DE LA EXPOSICIÓN

Comparto panorámicas del recorrido de la exposición, así como los textos que la ilustran:

Mito y Realidad

«Comenzamos esta exposición con movimientos anclados en una conciencia identitaria a través del paisaje.

La Escuela de Vallecas surge, a partir de 1972, de sus dos principales artífices, Alberto Sánchez y Benjamín Palencia, con el deliberado propósito de poner en marcha un arte revolucionario nacional.

Inspirados por nombres como Eisenstein, El Greco, Zurbarán, Cervantes, Velázquez, Picasso, construyeron un ideario surrealista que tomaba del paisaje castellano como fuente surtidora de “objetos con cualidades plásticas”, aptos para unos sentidos que supieron transformar sonidos, olores y tactos en expresión plástica.

Heredera directa de la anterior, pero con tintes expresionistas, emergerá en los cuarenta la llamada Escuela de Madrid Artistas como Álvaro Delgado, Delhy Tejero, Menchu Gal o Francisco San José proyectaron una tierra menos incandescente y las primeras visiones urbanas de nuestra Modernidad.

A partir de los sesenta los realistas de Madrid serán portavoces de una naturaleza representativa del arte. Isabel quintanilla, Amalia Avia y Francisco López Quintanilla apuestan por una visión fidedigna de las cosas, envuelta en una mirada que connota intimidad y existencialismo.

Las propuestas más recientes emergen con voz propia. Pintura, fotografía y escultura se dan cita en visiones de Clara Gangutia, Chiti Ayuso, Esperanza D’Ors y Marta Sánchez Luengo».

 

 

 

 

Figuraciones

          

  “Cuando lo real deviene en figura, una nueva narración late en el Pop y bulle en colores efervescentes y luminosos a merced de puro juego conceptual y matérico. Los lenguajes del comic, la publicidad y el cine resuenan en las artes plásticas y se sincretizan. Además, en algunos creadores el arte pasa a tener una función auto-referencial.
             Son los años setenta y cambios muy esperados van a transformar el panorama cultural. La mirada incide ácidamente en las propuestas de Eduardo Arroyo, Juan Genovés y Equipo Crónica. Bigotes fascistas sobrevolados por una cuchilla amenazante; manifestantes perseguidos por los grises; y diferentes arquetipos de violencia suavizados por lápices de colores, pigmentos, reglas y escuadras nutren el nuevo universo iconográfico.
La Movida madrileña, llegando a los ochenta, imprime a los artistas un enorme deseo de pintar y de celebrar la vida en tecnicolor. María Luisa Sanz sube a Madrid a tacones de aguja y la inserta en la psicodelia. Miluca Sanz recoge sonidos proféticos y sueña en clave underground con Reed, Nico y Warhol.
A finales de los noventa, Carmen Calvo tiene ya construido un sistema de arqueología visual que practica una memoria en clave feminista.
            Tres décadas de innovadores sintagmas que predisponen un caleidoscopio sinfónico y rupturista”.

 

 

Gesto

            «En los años cincuenta las tendencias dominantes en Europa y Estados Unidos se aproximan al surrealismo y al expresionismo abstracto En Madrid en 1957 nace El Paso.
            En su manifiesto, los artistas de este grupo declaran: “Nuestro propósito es el de presentar una obra auténtica y libre, abierta hacia la experimentación e investigación sin fronteras, y no sujeta a cánones exclusivistas y limitados. Propugnamos un arte recio y profundo, grave y significativo. Luchamos por un arte hacia la salvación de la individualidad, dentro del signo de nuestra época”
            Fieles al corte nihilista del grupo, aderezado con tintes cósmicos y metafísicos, presentamos a Juana Francés y a Martín Chirino.
            Alejados de esta idea de colectividad, pero en una práctica también expresionista, están Lucio Muñoz, María Droc y José Guerrero.
            Del grupo Cuenca, Fernando Zóbel nos deleita con la visión más espiritual de los tres.
El trabajo más contemporáneo lo aportan Juan Navarro Baldeweg, Marta Cárdenas y Alfredo Rodríguez. Gestos que juegan a abstraer toda referencia figurativa en los paisajes y a integrar fotografía en el chasis de una moto en la propuesta escultórica».

 

 

 

Forma

           

            «La geometría fua la otra gran solución para la abstracción en los cincuenta.
            Conocida como vía analítica o normativa del arte, entronca con el suprematismo de Malevich y el neoplasticismo de Mondrian. Soslayando sentimentalismo, estos movimientos conceden la supremacía a la forma. El principal representante de la línea racionalista en escultura en España fue Jorge Oteiza, que inspiró al Equipo 57.
Hay en estos creadores una tendencia a agruparse: Andreu Alfaro (Parpalló), Gerardo Rueda (Cuenca), Ana Buenaventura y Julián Gil (Centro de Cálculo de la UCM)
            Ana Buenaventura enmarca sus serigrafías en una perspectiva genética y molecular, mientras que Julián Gil escoge una figura consagrada en la tradición cubofuturista: el cuadrado.
Mirien Doiz sitúa su obra en la confluencia de diferentes formas de expresión. Procede considerarla autorreferencial, puesto que recicla elementos de trabajos anteriores, lo que le ayuda a observar de forma crítica su propia creación y a persistir en su renuncia al empleo de herramientas y de materiales característicos de la pintura, como los pinceles y los pigmentos.

 

 

Audiovisual

            La exposición cuenta con dos salas de audiovisual en una de ellas se muestra la instalación de Marta Gonzalo y Publio Pérez Prieto: Sois. Juega con la discordancia que puede producirse entre el aspecto sonoro y el visual, la belleza de la imagen entra en colisión con la agresividad de lo escrito/declamado.

            En la otra, a cargo de Cristina Garrido, a través de la performance que llevó a cabo en una de las ediciones de Arco, cuestiona la definición de la plástica contemporánea y la importancia del envoltorio, como legitimador de la obra de arte.

 

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